"... cybernetics studies the flow of information round a system, and the way in which this information is used by the system as a means of controlling itself: it does this for animate and inanimate systems indifferently. For cybernetics is an interdisciplinary science, owing as much to biology as to physics, as much to the study of the brain as to the study of computers, and owing also a great deal to the formal languages of science for providing tools with which the behaviour of all these systems can be objectively described."

Stafford Beer

martes, 22 de mayo de 2007

Patrones, Flujos e Inter-relaciones

Patrones, Flujos e Inter-relaciones

Por Molly Brown

Al principio de su carrera, Gregory Bateson escribió:

“Tuve el ligero sentimiento místico que debemos buscar la misma clase de procesos en todos los campos de los fenómenos naturales – que podríamos encontrar la misma clase de leyes aplicándose tanto en la estructura del cristal como en la estructura de la sociedad, o que la segmentación de un gusano de tierra podría realmente ser comparable a los procesos por los que se forman los pilares de basalto” (in Berman 1984)

La Teoría General de los Sistemas (TGS), que nació de las ciencias biológicas, trata de mapear los principios generales que se aplican al funcionamiento de todos los sistemas. En lugar de examinar los fenómenos mediante la división de las cosas en sus componentes, la TGS explora los fenómenos en términos de sus patrones de relaciones dinámicas. Este paradigma – desde la congelación en el tiempo de las cosas, hacia sus relaciones dinámicas – subyace el pensamiento sistémico.

¿Qué queremos decir con “sistema”? Podríamos usar el término “sistema” para cualquier patrón de relación, desde un átomo a una galaxia, desde una célula a un ecosistema. Como un sistema , yo funciono a través de relaciones por dentro y hacia fuera de “mi”. Estas palabras fluyen sobre este documento a través de una miríada de complejas inter-relaciones dentro de este “cuerpo-mente”. A medida que las lees, las palabras crean una relación entre tu y yo, a medida que las procesas dentro de las complejidades de relaciones de tu cuerpo / mente. Mis palabras son inteligibles para ti, debido a la complejidad de relaciones que forman el lenguaje y cultura que compartimos.

Ciertos patrones de relaciones y flujos de información parecen ser inherentes a todos los sistemas vivos, en plantas, animales, ecosistemas, grupos sociales, comunidades y organizaciones. Fuera de estos patrones, nuestro variado universo se forma a sí mismo, así como toda la vida dentro de él.

I. Cada sistema vivo funciona como un conjunto, manifestando propiedades que no son evidentes en sus partes. Como el antiguo sabio dijo, el conjunto es más que la suma de sus partes. Un ser humano es algo más que un conglomerado de carbón, oxígeno y agua, mezclados con otros pocos minerales. Un humano es incluso más que un conglomerado de células y tejidos. Esta combinación de elementos, o células y tejidos se hace tanto para el conjunto de la humanidad, como para cada uno de los individuales seres humanos. Por tanto, a cada nuevo nivel de organización sistémica, emergen nuevas propiedades y capacidades, a menudo más allá de lo nosotros los humanos podríamos predecir.

La Ciencia a menudo ha intentado describir o definir un sistema, enumerando las propiedades de sus partes, lo intentó y finalmente falló. Describiendo electrones, fotones, neutrones y demás no conseguimos tener un dibujo completo del átomo. Incluso si tratamos de incluir las relaciones del electrón con el núcleo, los protones con los neutrones, etc, fallamos de nuevo. De igual manera, en el macrocosmos, no podemos definir una nación con enumerar sus ciudadanos y sus características, sus leyes, sus estructuras institucionales, etc. Una nación, como “conjunto” comprende a todas sus partes y sus inter-relaciones, y las irreductibles propiedades que emergen de sus procesos dinámicos.

II. Maravillosamente las “partes” de cada “conjunto” son también “conjuntos”. Cada sistema vivo está hecho de subsistemas y también son miembros de uno o más sistemas mayores, formando una clase de “jerarquía anidada” – los sistemas dentro de sistemas, circuitos dentro de circuitos, campos dentro de campos. Por ejemplo, nuestros cuerpos están hechos de un sistema respiratorio, un sistema digestivo, uno reproductivo, etc. Nuestros cuerpos incluso contienen sutiles ecosistemas para varios microbios simbióticos que nos ayudan a digerir la comida y mantienen las propiedades químicas equilibradas en varios de nuestros fluidos. Al mismo tiempo, nuestros cuerpos son parte de sistemas más grandes: familias, comunidades y ecosistemas que nos proporcionan comida, aire, agua y otras necesidades vitales. Nuestra “variedad de productos” proporcionan comida, aire, agua y otras necesidades vitales a otras partes de estos sistemas mayores. Estamos “anidados” dentro de estos sistemas más grandes, y a su vez “anidamos” a otros (sub)sistemas dentro de nosotros.

Estas jerarquías anidadas tienen un estructura completamente diferente a la clase de jerarquía de poder tan familiar a las sociedades humanas. No hay ninguna regla individual en lo más alto; en lugar de eso, de una única manera, la pertenencia colectiva de un sistema gobierna al conjunto mediante la magia de la sinergia. El beneficio mutuo y la cooperación entre las partes, y entre “las partes” y el “conjunto mayor” guían las relaciones. Un subsistema puede especializarse en desarrollar las funciones de coordinación necesarias, pero difícilmente podría afirmarse que el sistema nerviosos es “el jefe” de nuestro cuerpo. Simplemente transmite los mensajes de lo que sucede en cualquier lugar y de las respuestas que son requeridas. Incluso cuando vemos a las organizaciones empresariales como sistemas vivos, vemos que “el jefe” es realmente otra “parte” del sistema, especializada con el trabajo que tiene que realizar. La organización completa, incluyendo desde el trabajador con menor salario, hasta el jefe, conforman “el conjunto mayor” en la jerarquía.

Desafortunadamente, pocos jefes o empleados comprenden las relaciones del subsistema con el sistema mayor, y frecuentemente actúan de forma que alteran el funcionamiento saludable de sus organizaciones. Los gestores de alto nivel, pueden asumir que debido a que ellos están en “lo más alto”, sus propias necesidades importan más que las de los demás; pueden tomar decisiones basadas, más en sus preferencias personales que en las necesidades de la organización. Los empleados disgustados pueden hacer responsables a sus jefes por la baja moral y fallar al no darse cuenta de como sus propias quejas y su disminución en la productividad contribuyen al problema global. E incluso las organizaciones que utilizan principios sistémicos dentro de su filosofía de gestión pueden fallar a los conjuntos mayores dentro de los cuales, son subsistemas – los conjuntos mayores tales como las comunidades socioeconómicas y los ecosistemas de los cuales dependen. La mayoría de nosotros en el error, una y otra vez, de pensar en nosotros mismos en separación de cualquier otra cosa, olvidando que estamos completamente interconectados y anidados dentro de la familia humana y la biosfera de la tierra.

III. De una manera maravillosa, los sistemas vivos responden al cambio; sobreviven y se manejan dentro de condiciones de constantes cambios medioambientales y con el constante flujo de energía, sustancias e información entre ellos. Este flujo de entrada-salida terminaría con la inmediata desaparición del sistema si no fuera capaz de mantener su estructura, sus patrones, a lo largo del tiempo. Sin embargo, los sistemas vivos lo hacen; mantienen su forma en una especie de fluctuación, de equilibrio dinámico. Los animales de sangre caliente por ejemplo, mantienen su temperatura corporal dentro de un determinado rango; todas las criaturas vivas se nutren ya sea absorbiendo la luz (y creciendo hacia la luz) o buscando y consumiendo otros organismos. Aunque con el tiempo, podamos ver cambios en la cara de nuestros amigos, aún los reconoceremos; ellos mantienen una coherencia en el patrón de su estructura facial, a medida que las viejas células mueren y se desechan y otras nuevas son creadas, al igual que el tono muscular cambia con los cambios de tiempo y las situaciones de estrés.

IV. Al mismo tiempo, los sistemas vivos se adaptan a los cambios en su entorno, crecen, se desarrollan y evolucionan. Cuando la población de ratones de una región, disminuye repentinamente a causa de una epidemia, los depredadores que se adaptan a las nuevas presas, sobreviven; aquellos que permanecen siendo “depredadores de ratones” se extinguirán. Los eventos de la vida nos afectan y nos cambian; y podemos ver esos cambios reflejados en la, a pesar de todo, familiar cara de nuestros amigos. La habilidad de los sistemas vivos para adaptarse y auto-organizarse les permite desafiar a la segunda ley de la termodinámica, la cual insiste en que todo escapa y retorna a un estado de desorganización y homogeneidad. No ocurre así con los sistemas vivos! Ellos continuamente se reorganizan a sí mismos dentro de patrones e inter-relaciones más complejos.

Retroalimentación

Las relaciones y los patrones se suceden a través de flujos de información; Recibo información a través de mis sentidos, a medida que los sistemas que hay dentro y alrededor mío, interactúan, y mi respuesta une ese flujo. Montando en una bicicleta, disfruto de una relación entre la bicicleta, la carretera y el paisaje, a través de la retroalimentación que recibo de ver, oír, la sensación de presión contra mi cuerpo y sensación de movimiento y posición. Cuando el flujo de información es limitado o interrumpido, la relación sufre y mi respuesta a mi entorno puede fallar. Si cierro los ojos, puedo no recibir la información necesaria sobre mi relación bici / cuerpo con una roca, y fallar al hacer los ajustes necesarios para evitar la colisión.

Para mantener la coherencia de forma, los sistemas tienden a responder al flujo de información de manera que contrarresten cualquier desviación de sus patrones de interacción establecidos. Los pensadores de sistemas llaman a este intercambio entre los sistemas y el entorno “retroalimentación negativa” porque reduce la desviación. Tales respuestas cambian las relaciones de los sistemas con el entorno, para restaurar las condiciones dentro de un rango tolerable. Por ejemplo, cuando nos sobrecalentamos, los flujos de retroalimentación negativa dentro de nuestro cuerpo, crean la transpiración, la evaporación del cual, enfría nuestros cuerpos, devolviéndolo dentro de su rango de temperatura óptima, reduciendo la desviación de nuestra temperatura desde esta norma. La retroalimentación negativa regula cada aspecto del funcionamiento sistémico; esencialmente define y delimita cada sistema, en espacios complejos e inter-penetrados.

Sin embargo, las cosas cambian tanto en grandes maneras como en pequeñas. Los cambios en el entorno interior o exterior, pueden ser tales que los patrones establecidos de respuesta no puedan acomodarse. Los sistemas deben adaptarse ellos mismos, deben encontrar nuevas respuestas. Deben desviarse desde sus patrones establecidos, deben encontrar respuestas que les traigan de nuevo a la armonía con su entorno. Una respuesta que en esta situación, reduce la desviación, falla al hacerlo en nuevas condiciones; la desviación continúa sin ser controlada e incluso se amplifica, se vuelve mayor. Algunos teóricos sistémicos llaman a este proceso “retroalimentación positiva” . Si esta amplificación continua el suficiente tiempo, se vuelve “retroalimentación positiva de escape”, el cual eventualmente – o rápidamente – destruye el sistema- Para que el sistema sobreviva, debe establecer rápidamente un nuevo patrón de respuesta adaptado a las nuevas demandas del entorno y darle soporte de nuevo con retroalimentación negativa.

La retroalimentación positiva puede no ocurrir en la naturaleza por diseño, a menos que esté pre-ordenada para se parte de un ciclo más inclusivo de retroalimentación negativa (por ej. El proceso del nacimiento), o por un accidente.

Dentro de los sistemas sociales, sin embargo, la retroalimentación positiva puede ser inducida deliberadamente o prologada mediante la imputación de un “impulso” en algún punto de un ciclo existente, o mediante la supresión de una retroalimentación negativa.

La retroalimentación positiva y negativa operan conjuntamente en los sistemas vivos. Si un sistema tan solo se mantiene a si mismos, de acuerdo a los patrones establecidos (tal y como sucede con la mayoría de los sistemas mecánicos), sería incapaz de adaptarse condiciones cambiantes del entorno y eventualmente se desharía, explotaría o se colapsaría. Esta es la razón por la que los humanos debemos mejorar constantemente nuestras maquinas para mantenerlas en funcionamiento. Si un sistema solo experimenta retroalimentación positiva, no tendría integridad, no mantendría ningún patrón y dejaría de existir instantáneamente como un conjunto coherente. De manera que adaptándose a las condiciones cambiantes cuando son estimuladas por la retroalimentación positiva, todos los sistemas vivos se mantienen a si mismos a través de la retroalimentación negativa y reducen la desviación entorno a nuevos patrones de respuesta tan pronto como sea posible.

Y aquí es donde los humanos una y otra vez nos metemos en problemas, a causa de que suprimimos deliberadamente la retroalimentación negativa, mediante mentiras y pretextos, e inconscientemente a través de la negación y la auto-decepción. La retroalimentación negativa desde el entorno natural podría reducir nuestra jihad industrial; la retroalimentación negativa de aquellos empobrecidos por nuestro sistema económico podría disminuir los beneficios corporativos. De manera que permitimos ciclos de retroalimentación positiva para seguir sin comprobar las consecuencias; por ejemplo, continuamos fabricando más y más automóviles, que necesitan más y más gasolina, vaciando las reservas existentes y necesitando buscar nuevas fuentes, destruyendo más y más delicados ecosistemas, aumentando los precios, forzando a las gentes del Tercer Mundo a abandonar sus tierras, aumentando la pobreza para mucho y la salud para unos pocos, creando guerras, y así sucesivamente. Ignoramos las señales del agotamiento de los recursos, la polución y los efectos sociales que alcanzan límites letales. Cuando esos límites letales sean finalmente alcanzados, la retroalimentación finalmente devolverá al ecosistema a su nivel de equilibrio – pero sin nosotros, y sin miles de otras especies que se encuentran en la actualidad bajo la amenaza medioambiental.

Recordando nuestras Interrelaciones

Dentro de las culturas desarrolladas en la Tierra, tanto aquellas antiguas como las pocas que sobreviven hoy en día, el ritual y el arte constantemente recuerda a las personas su relación con los mayores conjuntos globales de la comunidad y la naturaleza. Los rituales, el arte y las costumbres sociales sirvieron como retroalimentación negativa, para mantener las relaciones de los individuos hacia el conjunto. Los Chamanes y otros antiguos, fueron pensadores sistémicos, que aplicaban principios sistémicos de una manera bastante eficiente, aunque el lenguaje y las metáforas que usaban para expresarse fueran muy diferentes de las nuestras de hoy en día. Los ritos del nacimiento y el funeral reconectan a las personas con la Tierra de la cual emergen y hacia la que retornan. ayudaron a que el sentimiento individual se integrara en el de la comunidad, honrando su individualismo al tiempo que recordaba sus responsabilidades hacia el conjunto. Un cazador rezando al alma de un animal que ha abatido se recuerda a si mismo , aunque se preocupara de su propio interes al conseguir comida. Los festivales de las estaciones generaron sentimientos de gratitud y respeto por los elementos y las formas de vida que alimentaban, vestían y alojaban a las personas.

En constante consciencia de su interrelación con todas las vidas que les rodeaban, las elecciones de los indígenas tendían a estar en armonía con el bienestar del conjunto.

Las culturas de la Tierra, tendían a auto-mantener y a auto-organizarse en armonía con su entorno. Ocasionalmente una comunidad cometería errores fatales y destruiría su habitat. a los habitantes del Cañón de Chao en el norte de Nuevo Méjico, quienes aparentemente talaron todos los bosques que les rodeaban y finalmente tuvieron que abandonar su ciudad todos juntos. Sin embargo su número era pequeño y su impacto sobre las naturaleza salvaje fue limitado.

Nosotros, los humanos modernos, sin embargo somos grandes en número y nuestro impacto sobre el entorno planetario es enorme. Y hemos olvidado quienes somos. No tenemos rituales y costumbres sociales que nos reconecten con la Tierra y con el resto de formas vida con quien convivimos. Ignoramos nuestra interdependencia y nuestra interrelacion con la vida que nos rodea, y nuestra auto-reflectiva consciencia se ha convertido We have mistaken the tiny arc of “purposive rationality” for the whole circuit of information and contingency. We have used our creative capacities to destroy rather than enhance, to compete rather than celebrate, to respond haphazardly rather than carefully to changes around and within us. >

A cuasa de que no comprendemos que cada uno de nosotros es un subsistema, dentro de subsistemas mayors de humanidad y naturaleza, constantemente hacemos elecciones como si nuestro propio interés estuviera separado del bienestar del conjunto. Y estas elecciones, hechas en ignorancia de estas interelación de cosas, ha llevado invariablemente hacia mayores perturbaciones del conjunto, en lo que puede ser descrito como ciclos de retroalimentación positiva de escape. La mayor parte del tiempo, los sistemas mayores son capaces de auto-mantenerse dentro de estas perturbaciones y yo recibiré una retroalimentación que provoque un cambio en mis acciones en consecuencia. Pero yo puedo responder competitivamente, reafirmándome e intensificando mi comportamiento. Esto perturbará a los sistemas mayores aún más, y la retroalimentación que recibiré podrá aumentar en intensidad también. Por tanto, por mi acción ignorante y sin cuidado, he puesto en marcha un ciclo de retroalimentación positiva de escape, con reverberaciones dañinas a través de los sistemas amyores, y dentro de mi propia e inmediata esfera de vida. Elizabet Sahtouris (1989) escribió:

Nuestro mayor conflicto está en si los individuos deberían sacrificar su interés individual al bienestar del conjunto o si el interés individual debería reinar por encima de todo, con la esperanza de que los intereses del conjunto protegerán a todos. NO hay ser vivo en la naturaleza, fuera de nuestra especie, que jamás se haya enfrentado a tal elección, y si consultamos a la naturaleza la razón se muestra obvia. La elección no tiene sentido, porque ninguna alternativa puede funcionar. No hay ser vivo en la naturaleza que pueda ser completamente independiente, aunque la independencia llama a todas las formas de vida, tanto si es una célula, una criatura, una sociedad, una especie, o un ecosistemas completo. Cada ser vivo es parte de un ser vivo mayor, y como tal su propio interés debe ser templado con el interés del ser vivo mayor al cual pertenece. Esta mutua consistencia funciona constantemente allá fuera en cualquier lugar de la naturaleza (p.26-7)

How do we fall prey to this nonsensical choice of “self-interest” over the interest of the larger whole? Self-reflective consciousness tempts us with such choice, it would seem, and allows us to filter the feedback we receive from the larger whole. We are able to ignore feedback that other creatures, who respond instinctively, cannot. To some extent, self-reflective consciousness demands that we do this, because we cannot accommodate in our conscious awareness all the information that presents itself to us, moment to moment. We have to filter and select.

Perhaps, then, our problem lies with the criteria we use to make these selections. And even these criteria are determined by our assumptions about who we are in relation to the world. We will screen out information that conflicts with our view, or that might prompt us to act in conflict with our view. So, once again, if I think I am separate and competitive, I will disallow information (feedback) on the harmful effects of my actions on other humans, other living beings, or the ecosystem. That information doesn’t matter much if I believe I exist separate from those others. I can ignore feedback about environmental catastrophes, or even deny its veracity, because I believe I exist apart from all that. “What is destroying our world is the persistent notion that we are independent of it, aloof from other species, and immune to what we do to them” (Joanna Macy, 1991, p. 13).

For millions of years as hunter-gatherers, humans regulated themselves in relative harmony with the ecosystem. Then somewhere along the line, perhaps with the development of agriculture, perhaps even later, a large group of humans fell into a kind of madness, a hubris that led us to believe we could function outside the balance of nature. We thought we could have our planet and consume it, too. We suppressed any information to the contrary and went about reconstructing things more to our liking (or at least to the liking of a powerful and wealthy elite). And we got away with it for a while, because the earth is a big place with lots of territory to pillage and trash and then move on. Globalization in recent decades has enabled large industries to extract what they need from land and labor, and leave the toxic wastes and cultural destruction in areas far from home, so that the devastating effects of their enterprises don’t directly affect the people in control. But now we are running out of room and the negative feedback loops are getting smaller. Our technologies are so powerful that their pollution circles the globe and affects the climate of the entire planet. Chernobyl poisoned all of Europe with radiation, and to a lesser extent, parts of North America. If we now begin to receive the informational feedback available to us, we can respond in ways that reduce our insane deviations from balance. We must pay attention to feedback about the effects of our behavior, so we can regulate and organize our human systems intelligently and maintain a viable habitat for humans and other living creatures on earth.

So we come full circle back to our original quandary: how do we remember who we are? How can we create reminders within our cultures of our interconnectedness with all of life? How can we set up better criteria for selecting information for our attention, so that we stop ignoring the very information we need to self-maintain and self-organize ourselves in harmony with the larger whole? We must grapple together with these questions in seeking to transform our consciousness and our culture towards sustainability.


References

Bateson, Gregory, in Berman, M. (1984). The Re-enchantment of the World. (New

York: Bantam).

Macy, Joanna. World As Lover, World As Self. Berkeley: Parallax Press, 1991.

Sahtouris, Elisabet. (1989) Gaia: The Human Journey from Chaos to Cosmos.

Pocket Books, Simon & Schuster

Traducido por: Carlos Castillo Savasgören reclaim_the_world@yahoo.es

Revisado por:

Un Ensayo sobre los Orígenes de la Cibernética

Un Ensayo sobre los Orígenes de la Cibernética

DJ Stewarts

Contenido:

-Norbert Wiener conoce a Arturo Rosenblueth
-Predicción y control voluntario
-El certificado de nacimiento de la cibernética
-Clasificación del comportamiento
-Propósito igualado con retroalimentación
-Aplicación al músculo cardíaco
-Rosenblueth da la primera charla sobre cibernética
-Se forma el nuevo grupo de conferencias
-La Cibernética recibe su nombre
-El grupo mantiene reuniones regulares
-La teoría de la información
-Maquinarias de computación automática

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Se encuentra en la naturaleza del trabajo científico que las divisiones entre las especialidades debería ser auto-perpetuada; y que una vez que un campo de investigación se haya dividido en número considerable de áreas de estudio de los especialistas sobre estas áreas hayan sido establecidos, se volviera extremadamente difícil comenzar de nuevo y colocar la materia de estudio de una manera diferente. Generalmente esta rigidez de la organización de la investigación científica es pero en ocasiones aparece un problema que solo puede se resuelto cruzando entre las diferentes divisiones de trabajo. El desarrollo de una teoría general sobre el control y la comunicación ha sido un ejemplo de tal situación, y por tanto ha requerido la colaboración de representantes de diversas ciencias.

Norbert Wiener se encuentra con Arturo Rosenblueth

Es difícil dar una fecha para el nacimiento de la nueva ciencia y bastante imposible otorgar el crédito de su concepción a un solo individuo. Muchas de las ideas esenciales han sido desarrolladas durante mucho tiempo, a menudo sin la importancia de ser plenamente desarrolladas, sin embargo algunas de las primeras discusiones que conscientemente tuvieron lugar sobre estas líneas, tuvieron lugar en una serie de cenas-reuniones mensuales organizadas por Arturo Rosenblueth en el Vanderbit Hall de la Universidad de Harvard, a principios de la década de los cuarenta. Estos encuentros fueron intentos deliberados para la comunicación entre diversas ciencias. A ellos acudieron científicos de diferentes especialidades y en cada ocasión uno de ellos se encargaba de introducir la cuestión sobre su propia especialidad.

Fue, en este entorno – excepcionalmente favorable para el desarrollo de revolucionarias ideas científicas – donde se conocieron por primera vez Rosenblueth, quien era profesor de fisiología en la Escuela de Medicina de Harvard, y Norbert Wiener, profesor de Matemáticas en el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). Cada uno de ellos había esperado tomar parte algún día en una investigación que involucrara la cooperación de la fisiología y las matemáticas, pero fue necesaria una guerra para que aquello tuviera lugar.

Predicción y control voluntario

En aquella época, un importante problema militar era la dirección de las baterías antiaéreas. La velocidad de los aviones había aumentado tanto que ya eran de la misma magnitud que las balas utilizadas. Lo que se necesitaba por tanto, era un método capaz de extrapolar la ruta del avión para predecir su posición futura, de manera que una bala pudiera ser enviada para encontrarse con él. Wiener se mostró interesado en el problema y sugirió algunas funciones de predicción, cuyas posibilidades fueron examinadas en los términos del analizador diferencial de Bush. El resultado eventual fue que Wiener y otro matemático, Julian Bigelow, colaboraron en el desarrollo de una teoría de predicción y en el diseño de un computador que pudiera hacer uso de ella en el control de una batería antiaérea.

Una de las características interesantes del problema era que el sistema de control de disparo al completo, incluía varias fases operadas por seres humanos – el artillero y el piloto del avión objetivo -. Esto implicaba que estos matemáticos – muy informados sobre funciones de predicción, sistemas de control y servomecanismos – tuvieran que centrar su atención sobre el estudio del comportamiento del control voluntario en operadores humanos. Llegaron a la conclusión que la retroalimentación de los errores jugaban aquí un papel tan importante, como en los mecanismos hechos por el hombre. Por aquel entonces, ya había sido desarrollado un gran tratado de la teoría matemática, que trataba con las funciones de retroalimentación y que era posible predecirlas, si los ciclos de retroalimentación existían en el sistema nervioso humano, entonces, bajo ciertas condiciones de desajuste, aparecería una oscilación en el movimiento voluntario, . Wiener y Bigelow consultaron a Rosenblueth sobre este punto y descubrieron que tales síntomas aparecían ocasionalmente en los seres humanos.

El certificado de nacimiento de la cibernética

De esta colaboración de estos tres trabajadores surgió el documento que ha sido llamado “el certificado de nacimiento de la cibernética” (de Latil, 1953) y que para la ocasión fue publicado en Filosofía de la Ciencia bajo el título “Comportamiento, propósito y teleología” (Roseblueth, Wiener & Bigelow, 1943). El tema principal de este documento es una clasificación de los tipos de comportamiento en especial referencia al concepto del propósito. Ellos definen “comportamiento” como “cualquier cambio de una entidad respecto a lo que la rodea”, queriendo decir con ello, que cualquier modificación de un objeto, detectable externamente puede ser denotada como comportamiento. Por tanto “el enfoque del comportamiento” sobre cualquier objeto, es el examen de su “output” y la relación entre este “output” hacia el “input”. Ellos contrastan esto con el “enfoque fundamental”, en el cual es estudiada la estructura, propiedades, y organización intrínseca del objeto es estudiada, más que las relaciones entre el objeto y su entorno.

Clasificación del comportamiento

Su primera clasificación es en comportamiento “activo”, en la que el objeto mismo es el origen de la energía en la salida, y comportamiento “no-activo” o “pasivo” , en el que toda la energía en la salida proviene de la entrada inmediata, o el objeto controla la energía que permanece externa a él. Ellos dividirían posteriormente, el comportamiento activo en “con un propósito” o “dirigido a un objetivo” y en “sin-propósito” o “aleatorio”. Por tanto describirían a una máquina como “con un propósito”, solo si tiene alguna condiciones específica final hacia la cual es dirigida la actividad, por ej: un torpedo que contiene un servomecanismo causando que busque su objetivo, y reconocieron que algunas máquinas, como por ej: la rueda de una ruleta, son diseñadas para ser “sin objetivo”.

El comportamiento con objetivo es entonces clasificado en “retroalimentación” o “teleológico” y “sin-retroalimentación” o “no teleológico”. Los sistemas de retroalimentación son aquellos en los cuales la entrada es alterada por la salida, en la dirección necesaria para reducir la discrepancia entre la situación actual conseguida y la situación buscada. Algunas máquinas involucran una retroalimentación continua del error de esta manera. La transmisión de estas señales requiere tiempo, de manera que a ciertas frecuencias la dirección de la retroalimentación es revertida y resultan en la construcción de una oscilación. Este es el fenómeno que originó la primera comparación de la acción del sistema nervioso en la actividad voluntaria con aquel de un sistema de retroalimentación de error controlado.

Tal comportamiento de retroalimentación puede ser dividido posteriormente en “extrapolado” o “pronosticado” y “no extrapolado” o “no pronosticado”. En el comportamiento extrapolado la ruta del objetivo es pronosticada y el objetivo es tomado hacia una su posición futura más probable. Tal pronóstico puede ser de primer, segundo o alto orden. El problema original, en el cual una bala antiaérea es disparada hacia un avión, requiere un pronóstico de segundo orden porque ambos, el avión y la bala deben ser pronosticadas. Quizás el comportamiento humano, pueda ser distinguido del de otros animales, por el uso de altos ordenes de predicción.

Propósito igualada a retroalimentación

En el pasado, la noción de teleología ha sido desacreditada porque parece implicar la existencia de “causas finales”, que de alguna manera suceden después de sus efectos. Ahora que el concepto de propósito puede ser descrito en términos de ciclos de retroalimentación, la idea de un proceso teleológico ya no presenta las mismas dificultades. Cualquier comportamiento teleológico que pueda ser mostrado para controlar mediante la retroalimentación del error es capaz de ser descrito con precisión. Puede ser útil, para investigar el “propósito” sin tener que relacionarlo con la causalidad.

Una de las primeras indicaciones de la nueva ciencia fue desarrollar estos hechos en este documento con la frase “la amplia clase de comportamientos son iguales en las máquinas y en los seres vivos” seguida por “mientras que el análisis del comportamiento de las máquinas y los organismos vivos es ampliamente uniforme, su estudio funcional revela profundas diferencias”

Rosenblueth y Wiener habían mantenido antes que la idea de un programa de investigación que usaría los esfuerzos de diferentes clases de científicos para atacar las cuestiones abandonadas por la división tradicional del trabajo. Ciertamente Wiener dejó este documento como una sentencia de tal programa, y como posible punto de partida para su plan de un instituto inter-científico.

Aplicación al músculo cardíaco

En 1945, Rosenblueth se puso al cargo de los laboratorios de fisiología del Instituto Nacional de Cardiología de Méjico. En el verano de 1945 Wiener fue allí durante un período de 10 semanas y ambos colaboraron sobre una exploración teórica de la formulación matemática del problema de la conducción de los impulsos en una red elementos excitables conectados, específicamente en el músculo cardíaco (Wiener & Rosenblueth, 1946). Consideraron que el principal interés de la investigación fuera la conducción en el tejido nervioso en el músculo cardíaco en el que la propagación está activa, con la energía suministrada localmente y es de un carácter de todo o nada. En ambos casos la actividad es seguida , por un período relativo refractario durante el cual, los tejidos tienen excitabilidad por debajo de lo normal. Estuvieron especialmente interesados en las similitudes entre las contracciones tónicas, clínicas y de fase en la epilepsia, y el espasmo tónico, el latido y la fibrilación del corazón. Discutieron sobre la propagación de los impulsos sobre un modelo matemático simplificado y concluyeron que es adecuado para una red de fibras estadísticamente aleatoria, y para el establecimiento de ecuaciones para la conducción sobre tal red y la consideración de y fibrilación, pero aquel desarrollo de las matemáticas era necesario antes de que el modelo pudiera ser usado con otros fines. Esto es lo que Wiener y Pitts esperaban conseguir.

En el verano de 1946, Wiener volvió a Méjico con una beca de la Fundación Rockefeller, para otro periodo de colaboración con Rosenblueth. Experimentaron , en función de sus comportamientos mecánicos y eléctricos bajo condiciones que daban lugar a contracciones periódicas. Trataron de analizar estos métodos partiendo de la teoría de los servomecanismos. Comunicaron sus resultados al tercer encuentro del grupo de la conferencia Josiah Macy, que será descrita a continuación y al encuentro de la Academia de las Ciencias de Nueva York sobre “Mecanismos Teleológicos” (Frank. Et al., 1948)


Conferencias de la Fundación Josiah Macy Jr.

Una parte muy importante en el desarrollo de la nueva ciencia de la cibernética fue desarrollada por la Fundación Josiah Macy Jr. Cuyos meritos merecen una breve descripción.

Esta organización puso en práctica la creencia de que los descubrimientos en un campo de la actividad científica, a menudo puede ser el resultado de información ganada desde otras muy diferentes, que en el aislamiento aumentado de diferentes ramas de la ciencia que son un serio obstáculo para el progreso, y que es vital para establecer canales para la diseminación e intercambio de información eficiente. La Fundación atacó el problema, organizando varios grupos de conferencias. Algunos de los tópicos cubiertos por esos grupos han sido: Un pequeño número de científicos son seleccionados para ser el núcleo de cada grupo, teniendo cuidado de seleccionar a representantes de todas las ciencias que pudieran ser relevantes. En ocasiones también hubo invitados a aquellas reuniones.

Otro principio sobre el cual trabajaba la Fundación era que la presentación de cualquier documento formal en cualquier reunión, era más perjudicial que carente de utilidad, porque tendía a dar un falso aire de autoridad sobre lo que era dicho. Para animar a los miembros de los grupos de las conferencias a sacar mutuamente lo mejor de si mismos, la atmósfera fue lo más informal posible. Cada reunión duraba dos días y tenía lugar en . Para mantener énfasis sobre la discusión tan solo había dos o tres oradores cada día, aunque al resto de los participantes se les animaba a intervenir en cualquier momento.

Rosenblueth da la primera charla sobre cibernética

En Mayo de 1942, La Fundación dio una conferencia sobre “Inhibiciones Cerebrales”. En aquel encuentro, Rosenblueth dio una charla sobre ideas relacionadas con “Comportamiento, Propósito y Telelología”. Además de Rosenblueth, los presentes en aquella ocasión incluyeron a: Gregory Bateson, Lawrence Kubie, Warren McCulloch, Margaret Mead y el Director Médico de la Fundación, Frank Fermont-Smith. Todos ellos quedaron entusiasmados con el nuevo enfoque y pidieron que la Fundación formara un nuevo grupo de conferencias sobre él; de manera que McCulloch quedó como de un nuevo grupo, cuyo núcleo formaron él y Fremont-Smith, quienes combinaron a algunos de los que habían asistido al encuentro sobre “Inhibición Cerebral” con aquellos que habían estado presentes en un encuentro de ingenieros, organizado en 1944 por Wiener y John von Neumann, y que había incluido entre sus participantes a Walter Pitts, Warren McCulloch y Lorente de No.

Se forma el nuevo grupo de conferencias

El primer encuentro del nuevo grupo tuvo lugar en Marzo de 1946, bajo el título “Mecanismos de retroalimentación y Sistemas Causalidad Circular en Sistemas Biológicos y Sociales” Aquel mismo año tuvieron lugar dos reuniones más: en Septiembre, una sobre “Mecanismos Teleológicos en la Sociedad” y en Octubre otra sobre: “Mecanismos Teleológicos y Sistemas de Causalidad Circular” en el que Rosenblueth y Wiener describieron los experimentos que habían estado haciendo sobre .

La Academia de Las Ciencias de Nueva York, fue animada para que pidiera al mismo grupo que hiciera un simposio sobre “Mecanismos Teleológicos” que fue publicado a continuación (Frank et al 1948).

La Tercera de las Conferencias de la Fundación Josiah Macy Jr. Tuvo lugar en 1947, de nuevo sobre mecanismos teleológicos, y la cuarta y la quinta que estuvieron centradas en la estructura del lenguaje tuvieron lugar en 1948.

La Cibernética recibe su nombre

Durante el verano de 1947, la ciencia del control y la comunicación se había desarrollado tanto que comenzaba a ser un inconveniente que no tuviera un nombre y recibió el de “cibernética”. Ha surgido tanta confusión en torno al significado de esta palabra que el siguiente pasaje ha sido completamente extraído del libro que Wiener escribió en 1947 y que dedicó a Rosenblueth. No solo es de gran interés histórico, sino que es muy clarificador en cuanto al significado que se pretendía con aquella palabra.

“Por tanto aproximadamente hace unos cuatro años, el grupo de científicos en torno al Dr. Rosenblueth y a mi, ya era consciente de la importancia en la unidad del conjunto de problemas centrados sobre comunicación, control y mecanismos estadísticos, tanto en la máquina como en el tejido vivo. Por otra parte estabamos seriamente por la carencia de unidad de la literatura centrada sobre estos problemas y por la ausencia de cualquier terminología común, o incluso de un nombre para este campo. Tras muchas consideraciones, llegamos a la conclusión de que toda la terminología existente tenía un muy pesado hacia un lado o hacia otro como para servir a un desarrollo futuro del campo tan bien como debería; y como pasa tan a menudo con los científicos, nos vimos forzados para acuñar finalmente una expresión Neo-Griega artificial para rellenar el hueco. Decidimos llamar al campo completo de la teoría del control y la comunicación, tanto en la máquina como en lo animal, con el nombre “Cibernética” que formamos a partir del Griego kubernetes o “timonel” “(Wiener, 1948, p.19).

Una explicación más amplia del nuevo término es que kubernetes es la raíz del verbo latino gubernare, “gobernar” y que una de las formas más tempranas de mecanismo de control automático fue el . La palabra cybernetique en un sentido parecido al actual, cuando Ampere la utilizó como nombre para la ciencia del gobierno civil. (Ampère, 1834).

El nuevo grupo mantiene reuniones regulares

“Cibernética” fue inmediatamente elegido como el título de todas reuniones siguientes del grupo de la Josiah Macy, quedando el título original como subtítulo. Desde ese punto el carácter de la conferencia cambió. No quedan registros de las primeras cinco conferencias, pero desde la sexta en adelante todo lo que se dijo quedo grabado sobre un registro El grupo se reunió regularmente cada año, desde 1949 hasta 1953 y Heinz von Foerster editó estos registros (1950,1951,1952,1953, 1955) y fueron publicados por la Fundación Josiah Macy.

La política editorial fue intervenir lo menos posible con el texto de la discusión actual. La política es muy valiente puesto que – a menudo resultaba en una transcripción , repetitiva o imposible de seguir – pero se justifica sobradamente por el admirable éxito de reconstruir la atmósfera de los encuentros. Fremont-Smith (von Foerster, 1953), “Al preservar la informalidad de nuestras conferencias en las transacciones publicadas, esperamos transmitir de la manera más precisa, lo que sucedía en las mentes de los científicos y dar la imagen más verídica del rol que juega la creatividad en la investigación científica”. Estos propósitos han sido conseguidos – toda la oscuridad está ahí, de manera que es el sentimiento de frustración causado por la dificultad de poner ideas especializadas a lo largo de los trabajadores en un campo completamente diferente. A menudo una especie de inhibición retroactiva se muestra evidente – los participantes se muestran irritados por una exposición de algunas de sus propias ideas, en la terminología de, o desde el punto de vista de, otra ciencia, y parece que les resulta más complicado continuar que si las ideas hubieran sido completamente nuevas. Algunas veces, las lealtades inter-grupales y los celos se veían claramente.

A causa de que los participantes de los encuentros de la Josiah Macy, representaban la confluencia de diferentes cadenas de pensamiento, era inevitable que, aunque comenzaran con la consideración situaciones de retroalimentación, sus intereses pronto . Hacia 1949, cuando las transacciones del grupo comenzaran a ser publicadas, sus miembros comenzaron a creer que el enfoque científico “tradicional” - que en términos de transformaciones de energía – no era el más apropiado para el entorno de retroalimentación de problemas. Se volvió claro para ellos, que el mejor concepto fundamental no era el uso de la energía, sino de la información.

La Teoría de la Información

Por esta época, ya existía una teoría de la información, habiendo sido construida principalmente por ingenieros interesados en diseñar dispositivos de comunicación eficientes. Sus principales problemas se centraron en conseguir un ratio favorable de “señal-a-ruido” y para enfrentarse a ello eficazmente, tenían que ser capaces de medir el contenido de la información de un mensaje y la capacidad de información de un canal de comunicación, y comparar las diferencias entre los diferentes procesos de codificación (Shannon, 1948; Shannon & Weaver, 1949). Un tema principal de las conferencias fue la consideración de formas en las que la introducción de estas nociones teóricas pudieran ayudar en la comprensión de la comunicación humana. Por ejemplo, se discutió sobre el trabajo de G. A. Miller (1951-a; Miller & Frick, 1949; Miller & Selfridge, 1950) y de E. B. Newman (1951-a,1951b). Otra cuestión fue la aplicación de las nociones de información a las ciencias sociales (Bavelas,1948) y a cuestiones antropológicas (Bateson, 1949).

Maquinaria de computación automática

Estas discusiones naturalmente llevó hacia la consideración de dispositivos que almacenaran información, y de maquinaria de computación automática. particularmente importantes fueron las diferencias en el desarrollo entre maquinas que empleaban codificación digital y aquellas que usaban análogos del manejo de la información. A causa características de los sistemas nerviosos actuaban el principio de todo-o-nada, (1-o-0:bit n.del.t), el computador digital es un modelo atractivo para la actividad nerviosa. Las discusiones acerca de estas cuestiones, llevaron al Grupo a mirar hacia varios sistemas matemáticos – en particular la teoría de la maquina universal de Turing (Turing, 1937), y la lógica de cálculo de McCulloch y Pitts (1943). De aquí pasaron a considerar los posibles caminos en que la información podría ser almacenada en el cerebro (von Foerster, 1950; Young (1953).

Referencias

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